¿Qué dicen los medios? Huellas del directo televisivo durante fenómenos de violencia urbana (Por: Federico Rey)

[Trabajo del Seminario, correspondiente a la Unidad Nº 2: Violencia y Sociedad]

1. Introducción

Para el siguiente análisis se tomará como objeto la cobertura televisiva, en simultáneo con los hechos, de los acontecimientos ocurridos el 4 de septiembre de 2008 en las estaciones de tren de Castelar y Merlo, de la ex línea Sarmiento -que realiza el trayecto Once-Moreno, desde la Capital Federal hacia el Oeste del conurbano bonaerense. Las crónicas del hecho relatan que: “Todo se inició a las 7, con la detención de un tren. La protesta de pasajeros derivó en un corte de vías y en el incendio de vagones” (Página/12. Viernes 5 de septiembre de 2008).

Se pretende entonces iniciar un camino hacia el análisis de la cobertura en directo de los canales de TV de mayor circulación, sobre un acontecimiento de violencia. Para ello se tomarán determinadas variables (o materias significantes) que den cuenta de la construcción que realizan los medios masivos en el momento en que los sorprende el acontecimiento. Se trata pues de abordar la puesta en escena, mediante el directo televisivo, de fenómenos de violencia en el espacio público. Se intentará responder: cómo se tipifican a los protagonistas, cuál es el lugar del enunciador y cuál es su postura frente a los hechos, cómo se caracteriza a la figura de la autoridad, cómo opera la inmediatez del en vivo y si los medios reflexionan o no sobre las problemáticas estructurales preexistentes.


2. Los efectos de la inmediatez

Lo primero que vale aclarar sobre este tipo de acontecimientos bajo el directo televisivo es lo que explican Alvarez Tejeiro, Farré y Fernandez Pedemonte (2002) en Medios de comunicación y protesta social. Los autores analizan la cobertura de los medios durante los saqueos del 19 de diciembre de 2001. Cuestión que resulta análoga con lo que aquí se aborda, ya que ambos se refieren al discurso de los noticieros en directo: sobre hechos de violencia que rompen con las rutinas periodísticas.

Respecto a dicha cobertura los autores explican que: “Los medios se ven incapacitados para explicar lo que está ocurriendo y recurren al predominio de las imágenes: muestran sin decir, centrados en las escenas de desborde y violencia”. En los hechos del tren, el ejemplo mas pertinente resulta de la cobertura del canal “Crónica TV”. Allí se observa cómo la cronista deja el micrófono abierto para que aparezcan las voces superpuestas de la protesta, encarnadas en gritos de reclamo e insultos contra la empresa concesionaria del servicio: Trenes de Buenos Aires (TBA). El medio interviene sólo musicalizando estas imágenes: libres de las voces de los integrantes del noticiero. Este fenómeno se repite, pero en menor medida, en el resto de los canales (C5N, TN, América 24).


3. Los sujetos protagonistas

Alvarez Tejeiro, Farré y Fernandez Pedemonte van a utilizar el concepto de actante de Greimas 1 para abordar los sucesos del 19 y 20 de diciembre de 2001 en nuestro país y para explicar cómo están representados, cómo se nombran a los diferentes actores: cómo se nominalizan los actantes. Es decir, para mostrar las características que los canales de TV o noticieros les asignan. Según lo explican: “Tomando el relato que el medio realiza, se observa cómo los distintos individuos asumen un rol, y ese rol le asigna, entonces, entidad de actante: una función dentro del relato, función que se reconoce en la relación de uno con otro”.

En nuestro objeto de análisis, durante los primeros minutos de cobertura, los sujetos protagonistas son nombrados como los pasajeros o usuarios de tren, a quienes se les asigna la acción de la protesta según se observa en los primeros zócalos (titulares sobreimpresos en pantalla) que ofrecen los noticieros. Por ejemplo, el canal ”América 24” titula: “Indignación de cientos de personas”; y el canal C5N: “Pasajeros cortan las vías”.

En C5N, durante este primer momento de cobertura, los títulos designan acciones de manera impersonal: “Incendian vagones”, “Destrozaron la estación”, “Protestas e incidentes”. En esta cobertura se distinguen como sujetos protagonistas a los pasajeros, cuya acción es protestar. Todavía no se personalizan a los sujetos que quemaron el tren ni se los adjetiva. Minutos después esto se verá desplazado.

Otro caso es el del canal de noticias Crónica TV, que desde un comienzo nombra y adjetiva a los protagonistas del hecho: “Pasajeros enardecidos atacan estación de tren”. En este ejemplo, al colectivo pasajeros se le asigna la función de atacar bajo el efecto irracional de estar enardecidos. Crónica TV refuerza esta construcción dándole voz a las personas que allí se encuentran: “Esto pasa todos los días”, “llegamos tarde al trabajo”, lo que, según muestra Crónica, parecen motivos para estar enardecidos.

La acción del actante se va a definir por un sistema de oposiciones. A partir de la construcción que realiza el medio, el sujeto de la acción va a oponerse a otro. En el caso de Crónica TV los sujetos protagonistas son los pasajeros-usuarios del tren, que según los testimonios “viajan todos los días” y “llegan tarde al trabajo”. Este sujeto, cuya acción es la protesta, se opone a la empresa prestadora del servicio (TBA).

En C5N, se designa como “la gente”a la figura activa de la protesta (Titulan: “Tren tomado por la gente”). Este sujeto activo lo distinguen del pasajero. La cronista señala a un grupo -al que acusa de estar divirtiéndose- y advierte que: “No son todos pasajeros”. En C5N , es “la gente” la que produce actos de “vandalismo” y “locura colectiva”. La protesta se asocia de esta manera a un estadio irracional (locura) de un colectivo cuyo sujeto opuesto resulta ausente. Es por ello que C5N titula: “La policía no aparece”. Es decir, se trata de un sujeto colectivo irracional (vándalos, locos) cuya acción se designa, por ejemplo, en el titulo: “Rompen y queman vagones”. A estos sujetos se les opone quienes vendrían a dar orden y racionalidad. Aparece en este caso la apelación a la fuerza de la ley legítima, de la que que C5N resulta vocero, representada en la figura -hasta ese momento ausente- de las fuerzas represivas del Estado.


4. Las figuras de enunciador

Según los autores de Medios de comunicación y protesta social: ”...el noticiero se caracteriza por un sistema inclusivo de enunciación, según el cual el medio habla a través de otras voces, en un orden jerárquico que encadena a los actores de las noticias, los cronistas que los introducen, los conductores que, a su vez, dan paso a todos ellos y, por último, el macroenunciador que es el programa mismo. Éste habla por medio de múltiples signos, tales como el sobre impreso elegido, la música añadida, la edición de la nota, el espacio-tiempo dedicado al tema, las fuentes escogidas, etcétera“.

Teniendo en cuenta estos niveles de enunciadores:

A) En Crónica TV se privilegia la voz del público presente en el lugar. Allí la cronista cede su lugar a la voz de la protesta. Además, el macroenunciador (el programa mismo) le agrega música a las imágenes, componiendo así un enunciador con rasgos del género dramático (opocición victima/victimario), que hace énfasis en la indignación y el padecimiento del pasajero del tren.

B) En la cobertura de C5N se toma distancia del público. Por momentos se construye un enunciador que critica los hechos de violencia inmediatos y hace hincapié en ellos. Es así como la cronista del medio distingue a un grupo de pasajeros que, dice: “se están divirtiendo con esto”. Esta postura del enunciador (que condena) se ve reforzada por los sobreimpresos que muestra el noticiero: “Ahora es la gente la que no permite el servicio”; “Tren tomado por la gente”.


5. “En la información periodística el debate de fondo queda oculto o es desviado”

En los fragmentos analizados lo que predomina es la descripción redundante sobre lo que ofrecen las imágenes. Tanto los cronistas, desde el lugar de los hechos, como las voces de los comunicadores desde el estudio de TV, las entrevistas a voceros de la empresa, o las mismas voces que protestan en el lugar, apuntan sobre los hechos que están en la superficie. Es decir, siguiendo a Marcelo Pereyra, que: “En la información periodística el debate de fondo queda oculto o desviado”(Pereyra: 2005).

En nuestro caso, si se aborda esta problemática desde una perspectiva macrosocial, deberá al menos indagarse sobre la falta de oferta laboral que obliga a trasladarse hacia un centro urbano, lo que aumenta progresivamente la cantidad de usuarios. Esto desnuda dos cuestiones que en este análisis sólo mencionaré. Por un lado, un problema estructural de concentración geográfica del trabajo y falta de fuentes laborales en los lugares de origen; teniendo los trabajadores que desplazarse hacia los centros urbanos, por lo que la ciudad de origen se transforma en dormitorio. Por otro lado, una política de Estado de ausencia de inversión en el transporte público.

Los medios masivos omiten cuestionar sobre estos temas macrosociales que tendrían, por ello, soluciones estructurales. Bien lo explica Pereyra cuando dice: “Se puede pensar que ello ocurre porque para entender el conflicto en términos macrosociales los medios deberían recurrir a categorías -vinculadas a los conceptos de clase y lucha de clases- que los comprometerían a ellos mismos como sujetos involucrados en ese conflicto”. Esto resulta de la dinámica y conflictiva relación entre el Estado la sociedad civil y los medios de comuinicación-empresas de llegada masiva.

Queda afuera también una seria reflexión de los fenómenos de violencia como catarsis social. En estas coberturas parece que los hechos son causados por fuera de la historia: que son motivo de la irracionalidad espontánea. Es decir, una vez más: se abordan temas complejos con explicaciones simples. Dirá Martín Iglesias (2005) acerca del discurso sobre la expresión pública, y su construcción por medio de las noticias, que: “...el periodismo ha adoptado una técnica específica para la construcción de este tipo de acontecimiento. Bajo esta técnica, la construcción del suceso se da a partir del prejuicio que provoca la expresión pública. Entonces, las figuras significantes que se destacan son las siguientes: disturbios, caos, violencia, destrucción, desborde, tensión, desbande, destrozos, incidentes. De esta manera, se ven desplazados los aspectos mas relevantes del hecho”.

Los canales de noticias mencionados sólo se refieren, por un lado, a un mal servicio del ferrocarril Sarmiento en donde, enfatizan, se viaja mal todos los días; por otro lado, hacen hincapié en las acciones de violencia como hechos irracionales (“locura, vandalismo”).


6. En síntesis

La cobertura en directo que realizan los medios masivos, sobre un hecho que altera su rutina periodística, evidencia determinados rasgos que condicionarán parte de la cobertura. Sin embargo, esto no va a modificar la relación que estos medios masivos establecen con el fenómeno. Lo destacable en este sentido es que el debate de fondo queda oculto o es desviado. Las razones fueron mencionadas: evitar entrar en términos macrosociales, para no caer en “categorías que los comprometerían a ellos mismos como sujetos involucrados en ese conflicto”.

Este tipo de análisis permite observar mediante qué mecanismos los medios, interpelados por el acontecimiento, resuelven evadir dichas categorías. “El público consume violencia porque se ha habituado en dosis más o menos grandes a la violencia, a los contenidos ligeros y a la actualización de esquemas cognitivos que les permita clasificar todo en las simples casillas del bien y del mal y de los estereotipos” (Penalva:2002).

De lo dicho se desprende cuál es la postura que estos medios adoptan frente al público televidente. Se trata de una postura legalista, que condena la violencia (o que la justifica, en el caso de Crónica TV, como reacción frente a un servicio mal prestado). Y no mucho más. Estos medios reclaman el restablecimiento del orden (“La policía no aparece”), cuyas reglas no son puestas en cuestión, por razones obvias. En esta lucha de sentidos el medio intentará un equilibrio: entre reforzar y mantener su relación con el público y sostener sus intereses de empresa.

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Bibliografía

-Alvarez Teijeiro, Carlos, Farré, Marcela y Fernández Pedemonte, Damián (2002): “Representación social de los sujetos de la protesta en Azul Noticias y Telenoche (diciembre 2001). En Medios de comunicación y protesta social. Buenos Aires, La Crujía.

-Iglesias, Martín (2005): “Unidad temática: expresión pública, la figura del caos”, “Recorridos de sentido” y “Aportes para un debate necesario”. En Mediados. Sentidos sociales y sociedad a partir de los medios masivos de comunicación. Cuaderno de Trabajo Nº 57. Buenos Aires, Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.

-Penalva, Clemente (2002). El tratamiento de la violencia en los medios de comunicación. En Alternativas. Cuadernos de Trabajo Social, nº10, 2002, pp. 395-412

-Pereyra, Marcelo (2005): “La criminalización mediática”. En UBA: encrucijadas, Nº 35. Buenos Aires, Universidad de Buenos Aires.

-Diario Página/12. “Otro día de furia en las vías del Sarmiento”. Viernes 5 de septiembre de 2008 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-111041-2008-09-05.html

1-Greimas, A. J. y Courtes, J. (1990). Actante. En: Semiótica. Diccionario razonado de la teoría del lenguaje. Madrid: Gredos. 1990.

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